Sentada en el banco con las piernas cruzadas, y los brazos entrelazados sobre mi regazo, escuchando simplemente murmullos, veo un pasillo entre la multitud. Mis ojos rojos por las lágrimas derramadas, intentan con fuerza no volver a derramarlas. Laura, se fuerte, mantén tu orgullo, me repito a mi misma una y otra vez.
Aunque estoy a una distancia muy corta de la multitud y podría escuchar las conversaciones, mi mente las eliminó, llegando a mis oídos simples murmullos, y solo veo ese pasillo que deja la multitud, la cual veo como 2 manchas, a pesar de que se encuentran a pocos metros de mi, y en algunos casos centímetros.
Estoy en un velatorio de alguien que quise mucho y a su hija también.
No pude evitar pensar que si fuera mi velatorio no habría tanta gente. Supongo que solo mi familia y por compromiso.
¿Cómo he llegado a esta situación? Supongo que será mi destino, el de estar sola y morir sola.